Todos los personajes: Presidentes, directivos, jugadores y demás, han ido desgranando, a su aire, la espiga de sus quehaceres, de sus aportaciones al club, con sus vicisitudes, glorias y desventuras, penas y alegrías compartidas. Si nos dispusiéramos a realizar un balance que valorase en su justa medida todo cuanto volcaron en sus expresiones creemos que la balanza se inclinaría a favor de aquellos que no tuvieron otras miras que las netamente leonesistas y deportivas, futbolísticas en este caso y, a poco que repasásemos lo que en su día nos manifestaron; a poco, asimismo, que fijásemos la atención en las distintas sendas por las que caminó la Cultural y Deportiva Leonesa, observaríamos que tanto los presidentes, como directivos y jugadores – de estos últimos en especial los de la propia cantera – atravesaron, tanto en el aspecto económico como en el deportivo, por difíciles encrucijadas. Y es que, en líneas generales, las pequeñas o grandes historias de un club de fútbol, principalmente modesto – y la Cultural leonesa siempre lo fue - son, por así decirlo, “historias para no dormir” ¡que no pocos sueños inquietaron a tantos responsables da permanencia en sus puestos!
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Concretamente por lo que a los rectores se refiere, los que no vivieron o padecieron un desahucio, hubieron de pagar sus consecuencias. A una especie de ruina económica sucedía la casi deserción total de una plantilla; a una nueva plantilla, renovadas deudas y preocupaciones; a un ascenso de categoría, después de enormes esfuerzos y sacrificios, subsiguiente descenso a corto o medio plazo y, como no, reproches por buena parte de los “entendidos”.
En suma, todo un cúmulo de hechos, adversos los más, capaces por si solos de toda suerte de derrumbamientos humanos, sobrellevados con verdadera entereza “legionaria” por estos protagonistas que se fueron relevando, a través de los años, sin otros afanes que los de lograr, para el club representativo de León, las mejores causas, las menos veces coronadas por el éxito. Algunos de ellos figuran en las orlas que conmemoran los triunfos sonados, pero en conjunto consideramos que a todos, sin excepción, corresponde una parte de los laureles conquistados por la Cultural y Deportiva Leonesa desde aquella lejana fecha del año 1923 en que comenzó su andadura.
Ignoramos si lo que ha sido nuestra buena intención, sintetizar, recopilándolos, recuerdos y andanzas que a nuestra Cultural Leonesa afectaron y afectan -, servirá para complacer plenamente a la gran familia futbolística de León y su provincia. Lo que sí podemos asegurar es que, para que así fuera, pusimos el mejor de los empeños.
Y desde aquí gracias a todos los que, directa o indirectamente, nos prestaron su valiosa colaboración y ayuda.