Vaya nuestro recuerdo para aquellos presidentes y jugadores que, prestándose amablemente a colaborar con nosotros para poder hacer realidad esta «saga», nos recibieron en sus propios domicilios, enfermos como dolorosamente lo estaban (agradecidos por recordarles, nos decían) y que por desgracia fue aquella ocasión la última. en que sus voces de fatiga salieron a través de las ondas para ofrecernos, nostálgicos y emocionados, sus jugosos y sinceros testimonios. A ellos y a quienes les precedieron, desde su fundador D. Miguel Gutiérrez Díez—Canseco, siguiéndole D. Ramón Belinchón Llerena, Don Crisanto Sáenz de la Calzada, Don Francisco González García y Don Francisco González Valdés, pasando por tantos jugadores que también nos dejaron para siempre, simbolizados en los de las primeras épocas, como los Camilo, Enrique Argüello, Luciano, Moro, Colinas, Llamazares, para seguir con los Armendáriz, Severino, Tavilo, «Calo», hasta llegar a los últimos fallecidos culturalistas «Justi» y «Muñeca»; recuerdo extensivo al gran periodista que fue Carmelo Hernández Moros «Lamparilla», verdadero dalid deportivo que supo movilizar a todas las fuerzas vivas de la ciudad para que el nacimiento de La Cultural y Deportiva Leonesa se hiciese realidad y, a su lado, el primer Secretario General y Técnico del Club, Segundo Espinosa González, que supo, además, colaborar en todas las revistas y diarios de la época bajo el seudónimo de «Juan Deportista» y, con ello, dar cumplida cuenta de aquellos primeros y siempre difíciles primeros pasos del recién nacido club, apoyándole e impulsándole durante muchos años y de manera infatigable y, al lado de todos ellos, en suma, a los innumerables directivos, técnicos, administrativos, empleados de todo tiempo, que brindaron sus mejores entusiasmos y grandes sacrificios en favor de esta Cultural y Deportiva Leonesa que sigue, contra viento y marea, representando a nuestra ciudad en el deporte del balompié a nivel nacional, con su vestuario blanco como bandera y su león rampante como escudo.
Eso queríamos, ofrecer una página de esta «Saga» a ala memoria de quienes dedicaron alguna parte de su vida a defender y sostener el prestigio del histórico club leonés. Y eso hemos hecho.
