

Es obvio que antes de La Cultural fué el fútbol… y antes del fútbol el balón. Y que, mal que les pese a ellos, antes de los ingleses los italianos —ahí están grabados de la época— jugaban una especie de balón pie o «balón a manos y pies»…
Un erudito, curioso y animado relato de Segundo Espinosa, que fué secretario técnico de la Cultural, habla de los inicios del balompié en León y, naturalmente, de los primeros balbuceos de la Cultural y Deportiva Leonesa.
En la revista «León», de la Casa de León en Madrid y allá por mayo del 55, Segundo Espinosa escribía…
«El fútbol, en León, también tiene su historia, aunque en sus principios no aparezca muy detallada, debido, sin duda, a que los que le practicaban eran considerados como unos «chalaos». Fué en el picadero de Sementales donde se celebró el primer espectáculo futbolístico desafiando sus intérpretes el terrible mal del tétanos. Podría dar más detalle don Miguel Eguiagaray, terrible defensa de los de entonces, con más de cien kilos de peso…».
El caso es que «el primer partido de verdad se jugó en mil novecientos once y en pleno campo del Parque con unas sillas como marco y un grupo de distinguidas señoritas y jóvenes, porque entonces —y hasta mucho después— el fútbol fué deporte «de gente bien». Organizó el encuentro o partido una comisión de festejos siendo alcalde don Maximino Alonso Miñón y el alma de todo aquello era Bernardo Quijano, eterno huésped del Hotel París, hombre de temperamento deportivo y al que secundaba Arturo Zato Hurdisán que fué jugador del Deportivo de La Coruña. El contrario fué el Gijón Sport Club y formaban por el once leonés, con el propio Arturo Zato, Paco Sanz, Paco Molleda, Paco Laño, Pepe Camps, Julio Crespo, José Martínez, Pacheco, Nogales, Fernández y García Rey. Resulta que los asturianos vencieron por dos goles a uno…»
…»Viene después la época del once leonés con los partidos celebrados en la que hoy es Gasolinera de San Marcos donde actuaba aquel jugador que se llamó Páramo que estaba de teniente en nuestro Regimiento… de Antonio y Paco Molleda, dos buenos jugadores y el primero con una velocidad endiablada; Elías Zalbidea, Julio Crespo, David, Rivera, Narciso Espinosa, Casariego el boticario —que luego trajo a su hermano y que hiciera famosa la frase de entonces de «¡chuta Casariego!»…».
«Nos encontramos ya con la Deportiva Leonesa que tenía un gran salón de gimnasio al final de la calle de la Rúa en casa de Lorenzana y donde admirábamos la enorme fuerza de Silvino Inyesto que levantaba como quería las bolas de mayor peso…».
«Cuando nació la Cultural a la vida deportiva, el cinco de agosto de 1.923, con su primer partido frente a La Salle (al que venció por 3-0), alineaban los jugadores del Victoria y La Gimnástica, en afortunada fusión…».
…»El primer Presidente, don Miguel Canseco, escribía en un boletín del equipo lo siguiente: La Cultural y Deportiva Leonesa, nacida al calor de una feliz iniciativa de jóvenes entusiastas y bien orientados de esta capital, tiene en el corto período de existencia un haber digno de todo encomio, prometedor de una labor fecunda y provechosa. Las conferencias dadas por personas competentes, a la vista de uestros monumentos de arte, con asistencia de casi todos los socios; las excursiones realizadas a parajes interesantes de la provincia, la construcción de un hermoso campo de sport, el haber logrado formar un equipo de fútbol para competir con los mejores de la región, la creación de un orfeón y un cuadro artístico, muy estimables ambos, y el contar con una revista son hechos que patentizan el espíritu, fortaleza y voluntad de nuestros muchachos…»
Esto lo escribía el señor Canseco en enero de 1.924 y, como se puede observar, el acento de La Cultural y Deportiva Leonesa se inclinaba más por lo primero que por «lo deportivo» si bien se hace alusión a un equipo de fútbol y a un hermoso campo de sport.
La Cultural cerró el primer año con este saldo: treinta y ochopartidos jugados con veintidós victorias, seis empates y diez derrotas; marcó 97 goles y encajó 69. ¡Entonces no había nada de cerrojos, de tácticas…!

En la historia del club hay que anotar el primer campeonato obtenido en la temporada 25/26, su ascenso a Tercera y la proclamación de campeón al término de la campaña 28/29 ascendiendo por verz primera a Segunda División en la que se dio el caso anómalo de que, tras acabar la primera vuelta en el liderato, descendiera al final. Languideció el fútbol durante unos años para desaparecer con la guerra y resurgir en mil novecientos treinta y nueve…»
Como queda reflejado a la iniciativa de un joven periodista, se debió la puesta en marcha de la Sociedad Cultural y Deportiva Leonesa. Se llamaba Carmelo Hernández Moros, que popularizó el sedónimo «Lamparilla». El se encargó de reunir a personas sobresalientes de aquella época y «embarcarles» en la empresa. A cargo de él, también, corrió el proponer -siendo aprobadas- las 23 bases por las que se reiría el Reglamento de la Sociedad en cuestión. Ello ocurría en el año 1922 y en principio sus funciones, según las bases establecidas, albergaban más lo cultural, social y recreativo que el deporte en si. Se nombró una directiva con carácter provisional y, a los pocos días, quedaba ya definitivamente asentada, en la cual, como recuerdo a los pioneros, éstos quedarán incluidos en lo que terminó siendo la primera directiva de la hoy Cultural Leonesa, con estos nombres:
PRESIDENTE: D. Miguel Gutiérrez Diez-Canseco.
DIRECTIVOS:
D. José Hurtado Merino.
D. Eulogio Crespo.
D. Julio Crespo.
D. Ramón del Riego.
D. Ramón Belinchón Llerena.
D. César Contreras Dueñas.
D. Francisco S. Gironda.
D. Timoteo Morán.
D. Eleuterio Rueda.
D. Emilio Oria.
D. José Eguiagaray.
D. Víctor Campo.
D. Martín Granizo.
D. Andrés Garrido.
D. Guillermo Martínez.
D. Segundo Espinosa González.



LOS PRIMEROS MOSQUETEROS
SEGUNDO ESPINOSA GONZÁLEZ. No hace mucho tiempo fallecido – gran pionero del fútbol leonés y, por ende, de la Cultural Leonesa. Fue el primer Secretario General y Técnico del club, al que diera toda su confianza el primer presidente D. Miguel D. Canseco. Corría el año 1923. Posteriormente, otro presidente inolvidable, D. Antonio de Amilivia, le designaba también para el mismo cargo y aunados los conocimientos y experiencia de uno y otro, el equipo o club Cultural Leonesa ascendía a la división de honor por primera vez en su historia: temporada 1954/55.
CARMELO HERNÁNDEZ MOROS, «LAMPARILLA». Periodista. Todo lo que le faltaba de oído le sobraba de intuición y talento. En el año 1922 a el correspondió la iniciativa de movilizar a lo más granado de la sociedad de entonces y embarcarla para que se constituyese La Sociedad Cultural y Recreativa Leonesa, que culminó con la Cultural y Deportiva Leonesa en el año 1923. «Lamparilla», periodista sagaz, inteligente, culto y, por si fuera poco, honrado y bondadoso a carta cabal y, más difícil todavía, ser querido y admirado por los leoneses. «Lamparilla» hizo época, y por eso está aquí con todos los honores y merecimientos. Y vaya, en su representación, la admiración y cariño a todos los informadores deportivos que contaron y cuentan la historia de la Cultural.
