Decía Al Pacino en la gran película sobre futbol americano “Un domingo cualquiera” que la diferencia entre ganar y perder esta en las pulgadas, en los detalles…Los que me habéis leído asiduamente (que sois legión) recordareis una frase que suelo repetir , la diferencia muchas veces radica en que la pelotita entre o no. Pues ayer, cuando ya todos pensábamos que era imposible, un pelotazo de Jordi Cesar cayó a la espalda de los centrales donde se desmarcó Iosu, parecía que se podía quedar solo, pero en un control defectuoso acabo cediendo a Víctor escorado en el lateral del área, parecía que habíamos perdido la oportunidad, pero este comenzó una carrera paralela a la línea del área, Cristóbal dibujo un desmarque de otro partido que el leonés, siendo poseído por el espíritu de Rubén García leyó maravillosamente y posiciono al almeriense ante el infranqueable portero cacereño, este con un sutil toque de balón puso el balón en la red para delirio de la grada.
Fue una jugada de otro partido, por que lo de ayer fue otro partido…un desastre de partido. Y eso que se pudo ganar fácilmente, ya que oportunidades hubo a raudales (también se pudo perder debido al fallo nuestro de cada partido) pero la imagen fue de lo peor. La primera parte fue insufrible y solo los efluvios de la mistela que combinados con el gin tonic que llevaba de la comida previa al partido hicieron que la digiriera con calma. La segunda parte mejoro (fácil lo tenia), pero fue mareante pasar de tenerlo ganado por oportunidades, a perdido por una cagada de Jordi que debía haber acabado en penalti y expulsión de Leandro. Ganado otra vez con la salida fulgurante de Babalola y el penalti…a empatado sin remisión con el fallo de la pena máxima y la posterior expulsión del mago de ébano.
Podríamos tirarnos horas analizando alineaciones, tácticas, que si parece que están fundidos, que si Ferrando se equivoco…pero la cosas en el futbol muchas veces se deciden por detalles inanalizables. Cualquiera de estos detalles podría haber decantado el partido en una u otra dirección y marcado el devenir de este lunes. Volviendo a la obra maestra de Oliver Stone me encanta lo que en ella se indica, la diferencia entre ganar y perder esta en eso detalles, en esas pulgadas. Los detalles esta semana nos han dado tres puntos que parecían que volaban, aprovechemos esta situación que no es muy común en la historia reciente culturalista. Esperemos que sirva para que el equipo siga creciendo por que es mas fácil crecer en confianza desde el éxito que desde el fracaso. Pero un aviso para Ferrando y los jugadores, hay que luchar mucho por esos detalles…por que pueden ser la diferencia entre que seamos capaces de cumplir nuestro sueño o no…y ese sueño señores, no es otro que:
Un Domingo cualquiera…VAMOS A ASCENDER.
AUPA CULTU.
